domingo, noviembre 05, 2006

Il etait une fois...


Weno, puesto que ya acabamos con los proyectos asexuados e inacabados, estuve pensando con que rellenar esta nuevo vacio cibernético que se me brindaba y de entre todas las chillonas candidtas que se peleaban en mi mente, una, pisando a todas las otras y descendiendo hasta mi boca consiguio salir victoriosa y triunfante...la botella de los recuerdos.

¿Por que botella?
Por que va a ser igual que una espumosa reserva de Möet Chandon: agito fuerte, quito el tapón y ya veremos que y como sale jeje.

De entre todas esas posibles burbujitas champañeras que pueden salir ya he sacado yo mi primera: un clásico entre los clásicos, una serie que a todos, seguro, nos trae buenos recuerdos y con la que gracias a ella aprendimos, en menor o mayor cantidad, bastantes cosas.

¿Quien no se acuerda de ese hombrecito azanahoriado, de largas barbas blancas, o de esos globulos rojos que llevaban a sus espaldas burbujitas oxigenadas? ¿o de el malvado virus amarillo pelirrojo?¿y del cuadro con ojos saltones de las fechas? y de Flor, Pierrot...estos gabachillos consiguieron ahondar bien en nuestras cabecitas infantiles y gracias a Parchís, el "mítico" grupo español que puede que nadie haya oido jamas pero seguro, segurísimo que si alguna de sus canciones conoce, popularizaron la canción que en estos momentos suena y que ha dado pie a que pueda estrenar este nuevo engendro-monstruito.

.................................Que así suene.