La seguían.
Eran paranoias suyas
No, no lo eran.
Cada vez estaba más segura y su cuerpo, como si conociera el protocolo a seguir en estos casos, comenzó a bombear más sangre al corazón.
Sus piernas, en un intento de alcanzar y equiparar el frenético ritmo que comenzaba a adquirir el corazón, se despejaron y entusiasmadas aceleraron el paso.
Oía golpear sus pies contra el duro asfalto que comenzaba a helarse con el frió de la noche.
Bang! Bang!
Su aliento comenzó a hacerse cada vez más rápido y agudo. Los cristales de las gafas se la empañaban continuamente y suponían un incómodo obstáculo para su supervivencia.
Miró hacia atrás, le pareció ver algo en la oscuridad, algo que acechaba y se movía lujuriosamente hacia ella.
Sus pies comenzaron a aumentar el ritmo vertiginosamente, su corazón, retado por el ansia de los demás miembros a superarse, aumento sus pulsación, fuera de si, alocado, poseso…
Bang! Bang!
El bolso golpeaba contra sus caderas mientras, sin darse cuenta, su paso se había convertido en una macabra marcha, todavía sin atreverse a llamarse carrera…correr supondría reconocer que algo la seguía, supondría asumir la responsabilidad de correr, correr por su vida.
Bang! Bang!
Algo la rozó el cuello.
Un chillido se escapó de su boca involuntariamente. Intentó de nuevo introducirlo dentro, pero ya era demasiado tarde…
Sus pies, expectantes de la señal, interpretaron este extraño suceso como la salida y comenzaron a adelantarse el uno al otro vertiginosamente.
Bang! Bang!
Comenzó a correr hacia no sabia donde, necesitaba alcanzar un lugar seguro, un refugio donde poner a salvo todos sus asustadizos miembros, donde descansar. Sus ojos comenzaron a acostumbrarse a la oscuridad y como mecanismo de defensa, las pupilas se dilataron esperando contribuir en vano a su salvación.
Lo que fuera que la perseguía era mas rápido que ella, conocía todos sus pasos, sus movimientos, sus quiebros como si fuera…ella misma quien se perseguía.
Bang! Bang!
A lo lejos divisó una pequeña casa con las luces encendidas: la meta, debía alcanzarla. Su glándulas trabajan al máximo rendimiento, empapando sus axilas y sus muslos de un sudor frió, el sudor de los cobardes, el sudor del miedo.
Se introducía por toda ella en un macabro intento de poseerla.
Bang! Bang!
Se deslizaba por su cuello, sus manos, su camisa…la acariciaba, disfrutando el momento, la angustia que vivía, su carrera, su frenético deseo de vivir…
Bang! Bang!
La casa se encontraba a escasos metros, solo un par de pasos más y se sentiría a salvo, solo un paso más, la última zancada, debía estirar el brazo…pero no lo vio.
El tiempo se había agotado.
Bang! Bang!...you’re dead.
.............................GAME OVER.
δεν μπορεί να ψαληθεί δεν μπορεί να ψαληθεί δεν μπορεί να ψαληθεί 
