jueves, diciembre 06, 2007

Compota amarga de melocotones

Nunca estubo pero tampoco creía que nunca se hubiese ido.
Eran tantas notas difusas las que necesitaban una armonía urgentemente... necesitaban un aliento, un cielo a través del cual correr libre y ser cantadas.
Un perfume que recordar y al que asociar colores, viajes a tierras lejanas, sueños polares, minotauros erúditos y violetas de canela.
Una cara a la que dibujar risas y lágrimas con pinceles de emociones, a la que susurrar al oido mientras se muerde el cuello.

Un cuerpo al que explorar y hacer estremecerse con cada caricia traviesa que se escapara de entre los dedos.
Su mente alquímica alcanzaba los ingredientes necesarios y sin embargo a sus manos les sobraban alambiques, redomas y crisoles
Fuera quien fuera, fuese lo que fuese, buscase lo que buscase

-Te necesito, aparece...




Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

(F.G.Lorca)



domingo, diciembre 02, 2007

Pietà...domando pietà





Di te! Di te! Scordarme di te!
Tu vedrais che amore in terra
Mai del mio non fu più forte;
vinse il fato in aspra guerra,
Vincerà la stessa morte.

Non debba pentirsi
Chi tanto un giorno amò...





(Il Trovatore, Maria Callas)